El día que César y yo planteamos esta pregunta a nuestros hijos, por nuestra parte, la decisión estaba tomada. "Chicos, ¿nos vamos a Estados Unidos, a vivir allí una temporada?". Laura y Lucas lo tenían claro: "sííííí", pero Hugo tenía alguna duda, nos miró con cara de 'a mis padres se les va la pinza', y no pudo disimular su preocupación: "pero, ahí hay muchos tornados!!!". Pobre!! debía pensar: con lo grande que es el mundo, y me van a llevar al sitio más peligroso al que se puede ir. Enseguida le tranquilizamos, y le hicimos ver que sólo iríamos a un lugar seguro, así que se quedó convencido, y su respuesta también fué "sí".
Como decía antes, en lo que respecta a los adultos de la casa, la decisión estaba tomada. Llevábamos ya tiempo sopesando la posibilidad de pasar una temporada en el país de las oportunidades, y, tras dos meses de intensa búsqueda de información, de hacer cálculos y más cálculos, de leer de cabo a rabo el foro de spaniards, ...comprobamos que era viable, e hicimos público nuestro proyecto.
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