jueves, 26 de diciembre de 2013

Primera semana en North Carolina

  Nos llevó unos días decidir si nos quedábamos con la primera casa que habíamos visto. En condiciones normales, nos gusta tomarnos nuestro tiempo y meditar las decisiones importantes, pero aquí todo cobra otra dimensión completamente diferente, y el "tiempo es dinero". El hotel cuesta dinero, y el coche de alquiler, más!! Así que, prioridad número dos: comprar un coche.
  El sábado Juan David nos acompaña al concesionario de coches con el que trabaja VIF. La verdad es que somos un poco reticentes a comprarles el coche a ellos, pero para opinar, hay que conocer. Nuestra primera idea era comprar una berlina, los niños ya son mayores y tampoco necesitamos un coche gigante, y las berlinas aquí tienen un maletero gigante. El señor del concesionario me mira con cara de "señora, usted está loca!!! Cómo va a meter a sus tres criaturas en una berlina?? al menos una MINI VAN". Pero yo lo tengo clarísimo. "Una berlina". Pues nada, no hay berlinas para nosotros. Y es que la mayoría de los coches de este tipo están hechos para que viajen cuatro personas, y el asiento del centro tiene un reposabrazos que sale del propio asiento, con lo cual, el niño que va sentado en el centro se va clavando dicho reposabrazos, lo cual no es nada cómodo.
  Pues nada, al final el señor tenía razón y nos va a traer una Mini Van que tienen para limpiar y preparar. Pero hasta el martes no podrá ser. Y el martes yo estoy en la orientación... en fin, ya veremos cómo lo arreglamos!!

  Como ya os hemos contado, no queremos quedarnos sólo con esta visita, así que intentamos un par de opciones o tres más, pero no dan resultado.

  El domingo a las 7 de la tarde César y los niños me acompañan al hotel. Ha llegado la hora de separarnos por unos días. Comienza la orientación de VIF. De lunes a miércoles, sin descanso, desde muy temprano por la mañana hasta las 5 de la tarde (aproximadamente). Muchas horas de información súper importante: coche (compra, seguro, circulación, multas... y, para terminar, clase práctica), seguro médico, impuestos, classroom management (algo así como organización del aula y de las rutinas escolares), programas de inmersión, diferencias culturales... y seguro que me dejo algo. Por supuesto, todo en inglés. Demasiada información en tan poco tiempo... este curso debería durar, al menos, cinco días!!!
  Suerte que el grupo es una maravilla. Somo 7 chicas, y cada una de una nacionalidad diferente: Costa Rica, Méjico, Francia, China, Jamaica, Chile y España. Edades, historias y circunstancias muy diferentes, pero algo en común: todas estamos aquí para dar lo mejor de nosotras haciendo de embajadoras de nuestros países y nuestras culturas, y, cómo no, para aprender todo lo que podamos.
  Nervios, risas, y cansancio... pero muuuuchas risas!!! Aunque sólo en los momentos libres.
  Una vez terminadas las sesiones de trabajo, nos llevaban a cenar fuera, cada día a un sitio diferente. Y la última noche, como no había fiesta de graduación, pues nos la montamos en una habitación. La verdad, parecíamos adolescentes en su primer viaje de fin de curso: lo que puede dar de sí una cámara de fotos!!!

  Mientras yo estaba en el hotel, César y los niños se encargaban de hacer gestiones y viajecitos: papeleos del colegio de los niños, concertar la prueba de nivel de inglés que necesitan para ver si necesitan apoyo de ESL (English as Second Language, en castellano: las clases de apoyo de inglés que dan a todos los niños que no llegan a unos niveles mínimos de inglés), el coche, y el alquiler de la casa. Algunos de estos papeleos se complican un poco, ya que, al ser yo la que trabaja, y la que de momento, tiene un visado para vivir aquí, soy yo la que tiene que figurar en todo. Con lo cual, César tiene que venir todos los días a traer o llevar algún papel para que yo firme. La verdad es que, los pobres, se pasan el día de acá para allá haciendo gestiones, porque, además, "nuestro hotel de campaña" no está cerca de ningún sitio.



  Pero bueno, César siempre encuentra algún rato para hacer cosas que a los niños les gustan, y les lleva a visitar algunos parques que yo aún no conozco.

  Las visitas al hotel también tienen su parte positiva, aunque alguno que otro se va llorando algún día. "Venga, cariño, ya queda menos. Dentro de poco salgo de aquí y no nos volvemos a separar!!".

Este hotel sí que es chulo!!!


  El jueves, por fin!!! soy libre!!! César y los niños me esperan en el concesionario (VIF me lleva hasta allí) con el coche casi puesto. A los niños les ha encantado y a César le parece que está bien. "Pues hala, ya está, si a todos os parece bien... ¿dónde hay que firmar?". Es más grande de lo que queríamos, cuesta más de lo que estaba presupuestado, pero esto es lo que hay. Esto, o seguir regalando nuestro dinero a los del alquiler de coches, que nos cobran una aunténtica burrada por cada día de alquiler. Más bien, por el seguro de cada día de alquiler.

 
Vámonos de aquí ya. Yo, con mi chófer (y no es broma) al Distrito (algo así como las oficinas de la Consejería de Educación) a firmar mi contrato, y César con los niños, a hacerles la prueba de inglés. Nos veremos en el Distrito cuando terminen para ir todos juntos al Open House del colegio.



















Haciendo memoria...

 Pues sí, así nos vemos, haciendo memoria. Muy a mi pesar, no he sido capaz de mantener el blog al día. Las dos últimas entradas las escribí en agosto, desde el hotel en el que hice mi curso de orientación, y las tenía guardadas a falta de revisar y subir fotos.
  ¿El motivo? os lo podéis imaginar: la falta de tiempo. Y no es que no hayamos tenido un minuto libre, es que el poco tiempo libre lo hemos dedicado a los aventureros más jóvenes de la familia, que nos han necesitado, y mucho. Y el otro poco, a irnos a la cama todo lo temprano que podíamos, que nuestro cuerpo también lo necesitaba.
  Aprovecharemos las vacaciones de Navidad para intentar ponernos al día.
 Así que las entradas actuales se harán esperar un poco. No quiero dejar de publicar lo que ha ocurrido en estos cuatro meses, al menos lo más relevante. El caso es que escribirlo con perspectiva, también tiene un punto interesante, ya que hay muchas cosas que veíamos cuando llegamos y que ya no vemos de la misma manera, y otras muchas, muchísimas... que no podíamos ver, que pensábamos que no estaban, y que con el tiempo nos hemos ido dando cuenta de que estaban ahí mucho antes de que nosotros llegáramos (como la leche en las cámaras refrigeradoras de tooooodos los supermercados). Pero eso ya lo iremos contando poco a poco.

VIERNES

   A las seis de la mañana ya estamos todos despiertos, hoy va a ser un día largo, al menos en número de horas.
  A las 8 de la mañana nos recoge Juan David, mi local advisor. Tenemos tres visitas a tres casas concertadas para esta mañana: a las 8.30, a las 9.00, y a las 9.30.
  La primera es la favorita, está tan cerca del colegio que se puede llegar andando, y eso es lo que nosotros queríamos.
  La segunda está muy cerca del cole, pero está peor cuidada y llena de peligros. Una casa perfecta para una familia sin niños pequeños, pero a nosotros no nos vale.
  La tercera está muy bien cuidada, la cocina súper nueva, con vitro (algo muy raro aquí), en una urbanización con piscina y algo más barata que la primera, pero no se puede ir andando al cole, no tiene jardín, es de dos plantas y tanto las escaleras como tooooda la planta de arriba tiene una moqueta mullidita clarita, que no sé por qué me da que debe ser un poco difícil mantener limpia.

   Definitivamente, la que más nos ha gustado ha sido la primera, pero estamos súper cansados, y con el jet lag, así que debemos asimilar todo antes de decidirnos.

  Segunda parada: el cole. NO TENGO PALABRAS. El director, la subdirectora, la orientadora... nos reciben muy cariñosamente, y nos enseñan todas las instalaciones. Mejor no os cuento nada, ya veréis las fotos. Estas que hay a continuación son de uno de los patios del colegio.

  De aquí a un mall (centro comercial). Juan necesita cambiar las ruedas del coche (por cierto, en Colombia las llaman las llantas), y mientras nosotros nos sentamos a reposar todo lo que acabamos de ver y entramos a comprar un par de cosas que necesitamos.

  Siguiente parada: SOUTHPOINT. Es un centro comercial muy chulo que nos queda cerca de donde vamos a vivir. No tenemos tiempo de recorrerlo, tomamos algo rápido y nos marchamos a buscar a una compañera colombiana que necesita ir a la oficina del Social Security Number ha solicitar su número. Así aprovechamos y yo también solicito el mío.

  Vamos hablando en el coche, y, cuando le pregunto en qué cole va a trabajar, resulta que es una de las compañeras de César de español. Ella es la única que empieza a trabajar ahora en agosto. Los demás de español empiezan como César, en Octubre.

  Llegamos a la oficina y... mala suerte!!! está cerrada!! ooohhhhh han cambiado el horario.

  Nos acompañan a casa. Bueno, al hotel en el que nos hospedaremos hasta que tengamos nuestra casa. Ha sido un día muy laaaargo y muy cansado. Mañana iremos a comprar un gps. Ya nos conocéis, no nos gusta estar dependiendo de que nos lleven y nos traigan, y aquí hay que moverse mucho!!